C. González – El Mercurio
Fundación Cámara Mágica: Las ganas de seguir leyendo
Mágicas y coloridas historias que transcurren en Rapa Nui, en el valle del Elqui y en la isla de Chiloé ya forman parte de la colección de libros infantiles desarrollada por la Fundación Cámara Mágica (www.camaramagica.org). Creada en 2011, su labor se enfoca en crear cuentos con identidad cultural y educativa, para fomentar la lectura en zonas remotas y rurales, además de impactar positivamente en la infancia y el ecosistema local.
“Por cada uno de los libros que se vende, nosotros donamos otro a un niño de la zona en donde se emplaza la historia, de manera que ellos lo lean, se reconozcan y se enorgullezcan de su cultura”, cuenta Cecilia Anríquez, creadora de la fundación. De hecho, el libro creado con historias de Isla de Pascua está disponible en lengua rapanuí.
Para ello, cuentan con la ayuda de los mismos pequeños y habitantes de cada lugar, quienes ayudan a construir los relatos.
En la mayoría de los casos, se trata del primer libro propio que los niños tendrán en su casa. “La idea es que se relacionen con él, lo puedan leer todas las veces que quieran y que ayude a ir desarrollando el fomento lector; que les dé ganas de seguir leyendo”.
Para favorecer su proceso de alfabetización, también disponen de guías y material gratuito en línea para padres y docentes, de manera que el texto pueda ser usado como material educativo.
“Recibir este reconocimiento es un gran apoyo a todo el trabajo que hay detrás y de saber que lo que estamos haciendo es útil”, dice Cecilia Anríquez, quien espera poder extender la iniciativa a otras localidades rurales de países latinoamericanos.
Descubrir, destacar y compartir innovaciones educativas inspiradoras para otros es el objetivo al que apunta la ONG finlandesa HundrED. Para ello, cada año, desde 2016, selecciona cien iniciativas en todo el planeta en función de su originalidad, capacidad para potenciar habilidades y competencias para el siglo XXI, así como su impacto y escalabilidad.
En su Global Collection 2022, divulgada este mes y que cuenta con el apoyo de entidades como el Banco Mundial y el BID, cuatro proyectos chilenos fueron destacados, de entre más de 2.200 iniciativas. Un panel de 120 miembros, entre académicos, educadores, innovadores, patrocinadores y líderes de más de 50 países, fue el encargado de seleccionar a los finalistas.
“En un mundo que cambia rápidamente, centrarse en las habilidades académicas tradicionales seguirá siendo importante; pero eso no es suficiente —enfatiza el informe—. Para prosperar como ciudadanos del mundo, los niños deben estar equipados con una amplia gama de habilidades”. Una tarea a la que contribuye cada una de las siguientes iniciativas locales.
Proyecto Puentes Educativos: Fortalecer la educación rural
En el país hay alrededor de 300 mil estudiantes matriculados en 3.317 escuelas rurales, según cifras del Ministerio de Educación. Fortalecer la educación rural, entregando herramientas y capacitación docente para favorecer los procesos de enseñanza y aprendizaje, que además contribuyan a fomentar la igualdad de oportunidades y el desarrollo local es el objetivo del proyecto Puentes Educativos, que desde 2014 lleva a cabo la Fundación 99 (www.fundacion99.org).
Una iniciativa que partió en Chile y que ya suma más de 40 mil niños y tres mil profesores beneficiados, en 800 escuelas rurales, también en Guatemala, Nicaragua y Perú.
“El trabajo se aborda de manera sistémica, trabajando con los estudiantes, profesores y directores, familias y actores clave (como gobiernos locales, juntas de vecinos, municipios, etc.), explica Gonzalo Plaza, cofundador y director ejecutivo de la fundación.
Mediante talleres y estrategias de formación y acompañamiento, “hacemos vivir a los niños y apoderados una experiencia donde todos sean participantes activos, por ejemplo, a través de debates, ferias de proyectos y olimpíadas rurales”.
A los docentes y directores, además, se les apoya con estrategias de liderazgo, desarrollo de habilidades socioemocionales y redes colaborativas entre escuelas. “Debido a la pandemia, hubo que adaptarse a un formato híbrido, con mayor trabajo online, pero que nos ha permitido llegar a lugares más alejados”, dice Plaza.
En un plazo de cinco años, agrega, esperan extenderse aún más allá del continente y llegar a países del sudeste asiático y África.
Fundación Mustakis: Aprender desde el amor y la belleza
“Creemos en la inmensa capacidad del ser humano para crear y aprender desde el amor y la belleza”. Las palabras de George Anastassiou, presidente del consejo directivo de la Fundación Mustakis (www.fundacionmustakis.org), sintetizan el trabajo que viene realizando esta entidad desde 1997: diseñar, crear e implementar experiencias de aprendizaje no formales e innovadoras, “para contribuir al desarrollo integral de las personas, sobre todo de niños y jóvenes”, precisa Valeria Ávalos, encargada de Audiencia y Comunidades.
A través de iniciativas propias, o mediante fondos concursables que entrega a otros proyectos, se busca ofrecer experiencias transformadoras y oportunidades para que los estudiantes descubran y desarrollen sus talentos en áreas de la ciencia y la tecnología, el arte y la cultura, el cuerpo y la expresión, el crecimiento personal y la naturaleza.
“Hay iniciativas de botánica educativa, de circo en Frutillar (mediante esta disciplina se trabaja el cuerpo y las artes), la Escuela de Cuentacuentos, para formar el fomento lector, potenciar la imaginación y el pensamiento crítico”.
En pandemia, desarrollaron la plataforma MustakisEnCasa.org, un repositorio con más de 200 recursos educativos gratuitos y de fácil acceso, para acompañar a las familias con experiencias online, en diferentes ámbitos del aprendizaje.
“Ser reconocidos en esta selección es un gran honor. Lo que buscamos es crear un ecosistema que favorezca la enseñanza en Chile y Latinoamérica, para mejorar la educación y la vida de las personas”, precisa Ávalos.
Nube Lab: Educar a través del arte
Nube Lab es un laboratorio de experiencias educativas que integra el arte contemporáneo con las distintas asignaturas curriculares de la escuela, fomentando el pensamiento creativo, el desarrollo de habilidades socioemocionales y la vinculación de los contenidos con problemáticas contingentes.
“Arte es un ramo obligatorio, al menos en los primeros seis años de enseñanza, y que no está siendo aprovechado. Además hay museos y galerías con las que no hay un mayor vínculo que se puede potenciar”, cuenta Paula de Solminihac, directora ejecutiva de Nube Lab (www.nubelab.cl).
Para ello, han creado una red de alianzas y artistas con los que, a través de estrategias de creación colaborativa, realizan actividades que potencien la creatividad, utilizando materiales sencillos y de fácil acceso. Tanto como un ramo dentro del aula, como mediante talleres a alumnos y docentes. A la fecha, más de 4.000 estudiantes han pasado por estos ramos curriculares y otros 18 mil han vivido alguna de las experiencias participativas, sobre todo en Santiago.
Gracias a Fundación Mustakis, este año desarrollaron una plataforma virtual que integra muchas de estas experiencias para darle continuidad durante la pandemia y, además, llegar a regiones. “Desde que partimos en 2012, nunca habíamos tenido una demanda tan alta como ahora por este tipo de educación que promueve habilidades socioemocionales”.