M.J. Blanco y D. Gotschilich – El Mercurio | PDF
La primera semana de abril, el Ministerio de Educación recibió la declaración de asistencia escolar en el sistema SIGE, con el que se exige a los sostenedores de colegios mantener el registro de asistencia de los alumnos correspondiente a marzo. No enviar esa información incluso puede implicar no recibir el pago de subvenciones.
No obstante, el reporte de asistencia efectiva solo está siendo contabilizado con aquellos estudiantes que concurren presencialmente a los establecimientos.
La participación de los alumnos de manera remota, en tanto, se puede o no registrar en otras plataformas, pero no está siendo exigida por el Mineduc.
Frente a las últimas cifras de deserción escolar dadas a conocer por la cartera, con casi 40 mil alumnos que salieron del sistema el año pasado, especialistas y fundaciones llaman a registrar la asistencia a clases remota y hacer un seguimiento, ya que, afirman, la asistencia a clases es el principal factor para prevenir el abandono escolar.
Contacto con los alumnos
La directora ejecutiva de Fundación Presente, Rebeca Molina, señala que “es clave poner atención a uno de los principales síntomas que nos anticipan que un estudiante está en riesgo y que, lamentablemente, en esta pandemia se está pasando por alto: el ausentismo crónico”.
Añade que, “en la medida que un profesor ve qué niños se están conectando y cuáles no, está teniendo inmediatamente información del involucramiento. En cambio, sistemas como la Alerta Temprana requieren mayor análisis de vulnerabilidad, esperar más tiempo, mientras que el de la asistencia es súper simple”.
Molina también dice que es preocupante que “como país estamos perdiendo información, registros importantes para diseñar políticas públicas”.
La directora ejecutiva de la Fundación Súmate, Liliana Cortés, asegura que para que los alumnos permanezcan en el sistema escolar “necesitamos sostener el contacto y vínculo con ellos. Una forma de que una escuela tenga trazabilidad es a través de la asistencia”.
Sin embargo, advierte que si es bajo la perspectiva del control, no está de acuerdo.“No me parece, porque además la asistencia permite el pago de subvención. No debe ser por control, sino para poder tener registro de contacto y vínculo para que el alumno se quede. Tampoco debería ser una medida para ver si los establecimientos lo están haciendo bien o mal. Lo más importante es la calidad de los aprendizajes y las brechas. Tiene que ser algo sostenido en el tiempo”.
Ante dicha petición, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, señala que “es importante no confundir los instrumentos”.
“Se tiene una finalidad precisa, que es poder llevar un control de los alumnos que asisten presencialmente a los establecimientos y es importante mantener ese rigor. Con todo, sí nos parece muy positivo que los establecimientos lleven un control efectivo de la asistencia telemática de sus alumnos, porque permite hacer un seguimiento más concreto del aprendizaje”.
Consultado acerca de si el Mineduc exigirá que se tome asistencia igual que en los casos presenciales, Figueroa responde que esa medida ya se aplica. “El año pasado, gracias a la herramienta de gestión de contacto, seis de cada 10 niños que habían perdido todo tipo de contacto, fueron recuperados. Eso es un trabajo conjunto entre los establecimientos educacionales y las herramientas que el Ministerio de Educación puso a disposición”.