Fuente: El Mercurio
La académica Nolfa Ibáñez (77) fue distinguida esta semana con el Premio Nacional de Educación 2021, debido a su “aporte significativo al conocimiento y desarrollo de la educación diferencial”. En conversación con “El Mercurio”, la docente de la U. Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) enumera los cinco grandes desafíos que enfrenta la enseñanza en el país.
Rendición de cuentas
El primer punto, dice, es “modificar el modo de hacer las cosas. Esto tiene que ver con la política pública y las lógicas que las guían en la educación. Hay que desenfatizar el control y rendición de cuentas —que pareciera ser lo más importante—, porque la educación no puede ser vista en términos de producción, sino que de desarrollo humano y de la persona”.
Talento docente
Un segundo desafío que Ibáñez destaca es “dar espacio al saber pedagógico, al talento y capacidad de innovación” del profesorado, “para que cada comunidad educativa decida cómo llegar a los objetivos de aprendizaje del currículum nacional”. Según la académica, “eso permitiría resolver uno de los mayores problemas de nuestro currículum, que es la descontextualización en relación con el tipo de vida” de los escolares.
Diversidad
Otro punto importante, según la premio nacional, es entender la diversidad de la construcción del mundo. “La diversidad implica que las personas se construyan como tales de acuerdo a cómo viven. Como decía Humberto Maturana, el aprendizaje es un fenómeno de transformación en la convivencia”.
Por lo mismo, postula que lo que trae cada estudiante a la sala de clases “es totalmente legítimo, y acoger esa diversidad todavía es una tarea pendiente. Si uno considera la diversidad desde esta perspectiva de construcción de mundo, debiese atender a los saberes ancestrales de los pueblos originarios. La academia debiese incorporar en sus áreas de investigación y construcción de conocimiento, la etimología de los pueblos originarios. Tenemos una riqueza enorme que debe aprovecharse y hoy se opaca. Ahí estamos al debe”.
Otro currículum
Un cuarto desafío es “la excesiva segmentación del currículum; la gran cantidad de contenidos es anacrónica. La educación, de acuerdo con cómo está la sociedad actual, debiese focalizarse en el desarrollo personal, en términos de formar estudiantes autónomos en la resolución de problemas. Es más importante que el estudiante aprenda a buscar esos contenidos de forma eficiente para desarrollar su capacidad de resolver problemas. Tenemos una escuela centrada en cómo se deben hacer las cosas. Si yo especifico cómo alguien debe hacer algo, invisibilizo y no doy espacio al talento y a la capacidad de esa persona. Y eso es lo que nos está parando en el desarrollo de nuestra formación”.
Emociones de estudiantes
“La consideración de las emociones de los estudiantes como disposiciones corporales para hacer cosas parece ser fundamental para propiciar los aprendizajes. Si un niño o joven está interesado, va a hacer cosas y le va a facilitar ampliar un aprendizaje. Pasa en las universidades y en los colegios. Esas acciones son las que permiten una emoción grata para aprender”, observa y enfatiza que los docentes “debiésemos realizarnos en ese punto, con independencia de en qué niveles estemos trabajando. Desde párvulo a doctorado”.