“Los profesores que implementan educación socioemocional alcanzan climas más óptimos para el aprendizaje”

0
578

Hace más de 25 años que la Universidad de Yale fundó el Yale Center for Emotional Intelligence, con la misión de estudiar y diseñar enfoques educativos que apoyen a personas de todas las edades en el desarrollo de la inteligencia emocional y las habilidades para aportar en la mejora de la sociedad.

Es en esta organización que Ruth Castillo se desempeña como RULER Approach Coordinator, velando por la implementación del enfoque creado por la organización, que se compone de herramientas basadas en el vocabulario emocional y otros tópicos para que se integren al currículum escolar en todos sus niveles.

En la siguiente entrevista, la experta que además es especialista en inteligencia emocional e intervención educativa, aborda qué es la Educación Socioemocional y los principales desafíos que tienen docentes y líderes educativos en el camino de complementar el currículum escolar con esta visión.

¿Cómo se benefician los establecimientos educacionales al momento de implementar la Educación Socioemocional?

Los alumnos aprenden mejor si los maestros son capaces de generar en ellos emociones que faciliten el proceso de aprendizaje. Si un alumno siente desánimo, aburrimiento o estrés la mayor parte del tiempo, imagina cómo podrá ser su funcionamiento en la escuela. Es por ello que los maestros deben considerar variables que tradicionalmente no se han tenido en cuenta en la educación, como son las emociones, por su enorme impacto e influencia en cualquier toma de decisiones, las relaciones sociales, el rendimiento, el aprendizaje o la creatividad.

Aquellos profesores que implementan Educación Socioemocional alcanzan climas más óptimos para el aprendizaje, mayores niveles de motivación tanto en ellos mismos como en sus alumnos y mejores relaciones entre unos y otros. Asimismo, en las clases se consigue que los conflictos se resuelvan de manera efectiva, por lo que ayudamos a prevenir el bullying, y logramos relaciones sociales más saludables.

¿Cuáles son los desafíos que enfrentan los docentes y líderes escolares al momento de implementar Educación Socioemocional en la sala de clases?

El desafío más importante es el escaso entrenamiento formal que los maestros reciben durante su trayectoria académica en educación socioemocional. Tradicionalmente, la intervención educativa ha estado centrada únicamente en técnicas de modificación de conducta. Sigue existiendo, por tanto, poco conocimiento de herramientas de educación socioemocional por parte del adulto, y sobretodo escaso uso de herramientas y programas basados en un modelo científicamente validado en el contexto educativo.

Los profesores son conscientes de que debemos enseñar a los niños a manejar sus propias emociones, como las de los demás, sin embargo, no conocen muchas estrategias. Además, muchos adultos siguen considerando que compartir o expresar determinadas emociones nos hace vulnerables. Aprender a entender que las emociones son mensajes que debemos atender y que todas deben ser aceptadas y validadas es fundamental, pues nos permite conocer mejor nuestras necesidades y las de los demás.

Afortunadamente, hoy en día contamos con herramientas avaladas científicamente que pueden ayudarnos a integrar en nuestra pedagogía la educación socioemocional y que permiten un trabajo estructurado atendiendo al desarrollo de los niños.

¿De qué manera los actores de la comunidad escolar pueden aportar al correcto desarrollo de un programa de aprendizaje de habilidades socioemocionales?

Erróneamente, asumimos que todos los profesores, por el hecho de serlo, poseen las habilidades necesarias para ser un buen ejemplo de manejo emocional frente a sus estudiantes, resolver situaciones conflictivas o dar respuesta a escenarios complicados. Pero esto no siempre es así.

El primer paso para hacer RULER sostenible en un centro educativo es que las herramientas sean usadas diariamente por los adultos. En primer lugar, los profesores deberán aplicar estas herramientas en su día a día, en su vida personal y poco a poco ir integrándolas en sus clases y entornos de enseñanza/aprendizaje, con el objetivo de que estas herramientas formen parte de una manera de vivir y relacionarse con las emociones entre profesores, familias y niños.