
Por Carlos Said en La Tercera
Consejo Nacional de Educación advierte que se necesita un plan B en caso de que este año no se pueda aplicar el examen. Planificación de evaluaciones hasta 2026 reduce la cantidad de pruebas. Está en etapa de observaciones.
La prueba Simce fue otro de los hitos suspendidos por la pandemia, ya que el año pasado tuvo que ser interrumpida por primera vez desde su creación, en 1988, dejando al sistema escolar sin datos sobre el aprendizaje de los alumnos y el desempeño de los colegios.
Pero el Ministerio de Educación (Mineduc) espera retomar el examen este año. Hace algunas semanas, presentó la propuesta del plan de evaluaciones nacionales e internacionales al Consejo Nacional de Educación (CNED), para los años 2021 a 2026, para que sea aprobado por este organismo.
La planificación primero fue diseñada por el consejo de expertos de la Agencia de Calidad de la Educación, y en esta se reduce la cantidad de mediciones censales y se propone realizar dos pruebas Simce este año, para los estudiantes de 4° básico y 2° medio, en Lenguaje y Matemática.
También los expertos propusieron dejar abierto el escenario para 2022, para repetir el esquema de 2021, o aplicar el esquema normal de evaluaciones que sigue a partir de 2024, donde se suma a los estudiantes de 8° básico a los niveles ya mencionados y se agregan las asignaturas de Ciencias Sociales o Ciencias Naturales.
El CNED valoró algunos aspectos de la propuesta que finalmente les envió el Mineduc, como el foco en la evaluación del desarrollo de la escritura de los alumnos de 6° básico y que, en atención al contexto de pandemia, se plantee que “las evaluaciones 2021, en caso de aplicarse, no tendrán consecuencias” para los colegios.
Esto se refiere a que los colegios, según su desempeño en el Simce, son encasillados en cuatro categorías de desempeño. En 2020 este ordenamiento fue suspendido y con esta propuesta tampoco se aplicaría este año.
Pero el organismo también hizo observaciones al Mineduc. Una de ellas es la falta de otras alternativas, como exámenes muestrales, en caso de que nuevamente este año no se pueda aplicar el Simce por la pandemia.
“El sistema educativo seguirá tensionado por la situación sanitaria. Si bien se valora la atención al contexto particular del presente año, resulta necesario explicar mejor la necesidad y factibilidad de su carácter censal”, plantean.
También se cuestiona la falta de objetivos y metas de este diseño del plan, y que su comparación con las mediciones similares de otros países es insuficiente para justificarlo, ya que no contextualiza la situación nacional (ver recuadro).
Plan B para el Simce