No pueden interactuar con sus amigos y tienen problemas para controlar sus emociones. Fundación Liderazgo Chile creó guía para enfrentar la vuelta a las aulas.
Fuente: Diario Concepción.
Niños y adolescentes son el grupo con mayor riesgo de experimentar problemas de salud mental producto del confinamiento y el cambio de rutinas que ha impuesto la pandemia, así lo aseguró la Organización Mundial de la Salud (OMS) dejando de manifiesto que son múltiples factores, incluida la convivencia familiar, que puede hacer aún más vulnerable a los menores.
La falta de madurez, unido con la imposibilidad de asistir a clases (único sistema educacional normativo y coherente que conocen), la nula interacción con sus pares y a la incertidumbre del retorno, que aún no tiene fecha, incidiría en signos de ansiedad y estrés de los menores.
“Según estudios uno de cada cuatro niños sufre ansiedad tras el encierro. La casa es el único lugar seguro y a muchos les costará volver a habituarse con sus pares. Será imprescindible una reinvención histórica de los docentes en relación a criterios educativos, de cuidado y de salud entendido como bienestar físico, mental, emocional y social. Deberán acoger a los estudiantes con calidez en pequeños grupos, ofreciendo espacios de intimidad para elaborar e integrar sus vivencias traumáticas”, aseguró Arnaldo Canales, presidente de la Fundación Liderazgo Chile.
“Estaremos frente a comunidades educativas frágiles, tanto a nivel físico como emocional, debido al confinamiento: niños ansiosos, con miedos, incertidumbre, sentimientos de culpa, carencias de juego, socialización y deprimidos”, dijo Canales y recalcó que se debe avanzar hacia escuelas más humanas.
Guía de retorno
La Fundación Liderazgo Chile creó una guía, que pretende facilitar el retorno de los escolares a las aulas y detalla como ideal que los docentes vuelvan a clases dos semanas antes que los alumnos, en la primera, deberán trabajar el autocuidado personal, reforzar afectos y la vinculación. La segunda, dedicada a la planificación y estrategias a abordar con los alumnos.
Al ingreso de los estudiantes deben replicarse las mismas estrategias de apoyo que efectuaron los profesores y los docentes; apoyados por los programas de integración y convivencia escolar, evaluar socioemocionalmente a todos los niños. Según Canales, sobre el 70% de las actividades se deben realizar fuera de la sala, en espacios abiertos, o bien, distribuir salas en espacios circulares, “pues es un factor de resiliencia fundamental para la infancia del post confinamiento. Proporciona a los niños lo que se necesita para crecer y desarrollarse saludablemente a nivel físico, emocional, social, creativo e intelectual”.
Viviana Torres, docente de Matemáticas y profesora jefe de un tercero medio en Concepción, dijo que la guía es un aporte. “Desde el año pasado estamos hablando de la educación emocional, es importante que seamos capaces de contener a los chicos. Ya vimos para el estallido social las reacciones agresivas que algunos tuvieron, no saben manejar sus emociones, no tienen control de frustración y esa será una tarea dura, considerando que los profesores también estamos estresados, enviando guías y tratando de avanzar con ellos, a pesar de la pandemia”, contó.
Apoyo psicológico
Desde mayo de 2019 la rutina y asistencia normal a clases, tanto de establecimientos públicos como subvencionados, se han visto duramente trastocadas, primero, con el paro de profesores que se extendió por 51 días, luego, en octubre, por el estallido social y, ahora, por la crisis sanitaria.
Por ello, para Nicolás Obreque, psicólogo clínico que trabaja con menores en un colegio en Concepción, será necesario abordar la educación emocional, que les ayude a superar múltiples temas que pueden haber experimentado, contener el miedo y situaciones que puedan haber experimentado, como la pérdida de trabajo de sus padres.
En virtud de los acontecimientos de la crisis sanitaria, Fundación Liderazgo Chile recomienda:
Poder preparar con anticipación el retorno de los estudiantes, primero trabajar el autocuidado, contención y bienestar emocional del docente, antes de cualquier actividad que implique el retorno de los niños a clases, los docentes deberán entrar a lo menos dos semanas para trabajar con ellos desde su autocuidado, generando instancias de conversación, vinculación y reforzamiento de los afectos, trabajo en equipo, seguridad psicológica, esto para replantear la nueva mirada que se va a construir desde esta propuesta educativa que tiene cada escuela con respecto al mejoramiento continuo.
La primera semana los docentes trabajarán contención y bienestar emocional en sí mismos. Luego la segunda semana, recién intencionar y articular actividades propias de la profesión: planificación, secuencia didáctica, generación de estrategias concretas para abordar con los estudiantes; bloques de de reflexión, diagnóstico de aprendizajes, reencuentro con familias, entre otras.
Posterior a las dos semanas, recién ingresan los estudiantes y se
abordan las mismas temáticas trabajadas anteriormente por los docentes. Es esencial realizar una evaluación socioemocional de todos los niños, y para esto, los docentes deben apoyarse en los equipos PIE y de Convivencia Escolar.
Se recomienda que sobre el 70% de las actividades, se realicen fuera de la sala de clases, en espacios abiertos. La naturaleza, en los patios o disponer la sala en espacios circulares, pues es un factor de resiliencia fundamental para la infancia del post confinamiento. Proporciona a los niños lo que se necesita para crecer y desarrollarse saludablemente a nivel físico, emocional, social, creativo e intelectual.